lunes, 31 de diciembre de 2012

2012: rise and fall

Terminamos el 2011 con la canción "Crazy" de Seal, con un deseo: volvernos locos por amar a nuestra familia, pareja, hijos, amigos, niños, a las personas que queremos. A lo largo de este 2012, ese deseo ha estado patente en mi realidad, quedando como base de todo lo que hacía y me pasaba. Porque si no amo, no puedo vivir. 





Y empezamos el año siguiendo con el sueño de ser maestro, compaginando el tercer año de carrera con el trabajo en la guarde, con mis 22 pequeños ángeles, esos niños que empezaron siendo tan chicos y acabaron cantando, pintando, comiendo solitos, distinguiendo los colores, los animales, sabiendo tu nombre y el de los compañeros, y dándote todo el cariño que nadie pueda imaginar. A finales de noviembre, volví a entrar por allí. Unas pocas compañeras continuaban, las demás salieron para comenzar otra etapa. Y ver a los niños tan crecidos, aquellos a los que deje gateando y dando sus primeros pasos, ahora andando a sus anchas, diciendo sus primeras palabras... Orgullo de ser maestro jeje

Ese era mi paraíso, y al regresar el destino quiso que un pequeño de mi clase entrara por allí, y se acordara de mí. Todos los momentos volvieron a mi mente, cerré los ojos y soñé con el paraíso. Ese paraíso que eran mis 22 pequeños, mis compañeras, y todo lo que habíamos pasado. 





Y ese paraíso continúa... en otro barrio de Sevilla. Y supe que continuaba con una llamada a finales de julio. Nueva escuela, nuevas compañeras, nuevos alumnos, y un nuevo reto: abrirme a todo, sentir la responsabilidad y dar lo mejor de mí. El principio fue difícil, muy difícil. Las recaídas y la sensación de no poder se hacían patentes, pero me armé de fuerza y ganas, me apoyé en mis compañeras, en mi familia, en los que me seguís, y pude remontar. Voy avanzando, sigue siendo duro, pero los resultados van aflorando. 

En febrero, el colegio que me vio crecer me acogía de nuevo. Con una clase maravillosa de 3 años y mi tutora de los 4 años, realizo mis prácticas de enseñanza. Un tiempo bonito y productivo, pero también lleno de tensión por ciertos matices que me dieron a entender que la relación con el personal no volvería a ser la misma.

En marzo, mis amigos y yo acudimos a una de las pocas fiestas del año. Estuvimos poco tiempo, pero lo pasamos genial. Después nos hartamos de dar vueltas por Sevilla a las tantas de la madrugada con mi coche, y al día siguiente elecciones jajaja. Mis colegas de la infancia, con los que he vivido tantos y grandes momentos en mi vida, y este año no se ha quedado corto: Punta del Moral y Portugal (aunque fue en 2011), el concierto de Estopa, las salidas a "tomar algo" o a "ver el fútbol" y siempre acabábamos en la Alfalfa, Semana Santa, Feria y la llegada de Pérez precisamente para disfrutar de ella, la vuelta de Pérez en diciembre, la quedada con las niñas de nuestro colegio... Y despedidas como la de Homero, que se iba a Polonia de erasmus, y la de Víctor a Valencia. Gracias a ellos soy lo que soy, y puedo decir que tengo la suerte de seguir teniéndolos como amigos. 




En abril, la lluvia hizo acto de presencia y dio lugar a un hecho insólito, que no ocurría desde hace mucho. La Hermandad de la Paz, que iniciaba una nueva Semana Santa Sevillana, no hacía estación de Penitencia. Viví esos momentos de infarto junto a grandes amig@s, en el patio de la parroquia, mirando al cielo y pendiente de los comunicados de la junta. No pudo ser. Lo que sí me dejó fue un gran regalo. Espero que este año podamos repartir Paz por la ciudad.

En mayo, una gran persona y profesor de nuestro colegio de la infancia se marchó. Nunca me dio clase, pero lo conocía y más de una vez coincidí con él. Fue un golpe duro para todos. Cuántas cosas me gustaría cambiar, a cuántas personas me gustaría tener aquí y se fueron. Ese fatídico día me dí cuenta de una cosa: puedo cambiar el mundo como lo hizo él, puedo cambiar la vida de las personas como lo hizo él, puedo marcar una huella como lo hizo él. No te olvidaremos. 




Y a finales del mes, llegó la graduación de nuestra clase de magisterio. Desde aquí doy las gracias a todos mis compañeros y compañeras, porque han sido tres años increíbles. Y ahora que somos maestros, algunos siguen estudiando, otros han encontrado trabajo y otros siguen luchando por encontrarlo, pero lo que nos hace únicos es haber coincidido unos con otros. Gracias a todos, porque nosotros somos los que formaremos a los maestros, médicos, ingenieros, arquitectos, músicos, pintores, políticos... del mañana. Podemos!!!





El verano fue tranquilito. Unos días en Isla Cristina y en agosto a Pamplona. Una experiencia inolvidable la escuela de verano de niños con autismo.

Y a la vuelta del tiempo estival, volvemos a la andadura laboral. Un regalo para mí, una suerte para otros. "¡Anda tío, qué suerte que has encontrado trabajo!". Pues sí, es una suerte. Eso pensaba al principio, pero ahora es un regalo. Regalo por las grandes compañeras que tengo, compañeras de risas, de fatigas, compañeras en las que confiar, en las que apoyarme, compañeras de verdad. Gracias por formar parte de mí, gracias por hacerme crecer, por advertirme, por elogiarme, por la "guasa" que tenéis, por hacerlo todo más fácil, y por todo lo que nos queda por vivir este nuevo año. AH!! Y por esa comida de navidad, que acabamos en la Alfalfa en muy buena compañía!!!

Y gracias a mis niños y a mis padres. Por veros crecer, por darme la oportunidad de cuidaros, de mimaros, de enseñaros lo mejor de mí. 




Y el último planazo del año. Un sueño hecho realidad: El Árbol de los Chupetes de Sevilla. Aunque lo mejor fueron, sin duda, las familias y mis madres queridas que la han "liado" pero bien jejejeje. 

Y con esto termino el repaso del 2012. Larguito, no? Y os preguntaréis: "bueno, y a este chaval no le han pasado cosas menos buenas?". Pues sí, ha habido de todo: la crisis como no, las continuas faringitis, la desilusión y los bajones, las personas que nos dejan... Pero este año me gustaría ser más optimista que al que le quedan pocas horas, así que me basta con daros las GRACIAS A TODOS LOS QUE HABÉIS COMPARTIDO CONMIGO ESTE AÑO. ALGO HUBIERA FALTADO SIN VOSOTROS.

Esta canción, del genial Rafa Pons, va para todos vosotros. Aunque esté dedicada a una ciudad, es la canción más alegre y optimista que he escuchado en todo el año. Con mi deseo de que para este 2013 afrontemos las buenos momentos con optimismo, y las adversidades "siempre vestidos de dama" (o caballero, según lo lea), recordando que somos dueños del mundo y de nuestras vidas.

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!


lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD!!!




"Los pequeños esperan. Tienen tanta necesidad de amor
que su corazón y su espíritu están abiertos para acoger
esta Buena Noticia: ¡Dios se hace niño en la Tierra!"


F  E  L  I  Z      N  A  V  I  D  A  D

domingo, 23 de diciembre de 2012

El niño que quiere ser piloto y ayudar a los demás niños

Siempre hay una tendencia a preguntar a los niños, cuando tienen una cierta edad, la cuestión "¿Qué quieres ser de mayor?". Y puede haber dos tipos de respuesta: la de los que lo tienen muy claro y la de los que dicen un día una cosa y al siguiente otra. Hay que tener en cuenta que son muy pequeños, y que les queda mucho por vivir y descubrir. Pero los niños que lo tienen muy claro, mantienen una gran firmeza y tiene que pasar algo muy gordo para que cambien de opinión. Eso es lo que me pasó a mí: yo tenía clarísimo la informática como forma de ganarme la vida, pero la vocación del maestro pesó más jaja.

La historia que os traigo hoy ocurrió un día a las 8 de la mañana. Llegué a la escuela para estar en el aula matinal y mi compañera me dijo: "Jesús, escucha al pequeño que te vas a quedar con la boca abierta!!". Me siento, y empieza la conversación:

- "Dile a Jesús qué quieres ser de mayor"
- "Yo quiero ser piloto de avión"- diciéndolo con una seguridad infame.

A continuación salió el tema navideño, y mi compañera le preguntó:

- "¿Qué le vas a pedir a los Reyes?"
- "Para mí solo tres cosas, porque después le voy a pedir para otros niños, que no tienen ningún juguete"

Lo dejó bien claro. Y que un niño de 3 años lo diga, y otras personas no se conciencien... tiene tela. Por eso, yo apoyaré a este niño, para que llegué a ser lo que quiera ser en la vida y le apoyaré en su afán de ayudar a que otros niños tengan lo que necesitan. Apoyemos a nuestros niños, démosles la seguridad y la confianza necesarias para que, poco a poco, forjen las alas con las que volarán en un futuro no muy lejano. Ellos son el futuro, y tenemos que enseñarles que lo pueden cambiar para mejor. 


domingo, 16 de diciembre de 2012

Cosas de hospital II

El último día que estuve en el hospital me encontré con Los Doctores Sonrisa, que estaban haciendo un concurso de dibujo en el ciberaula. Temáticas navideñas y mucha ilusión por hacer el mejor dibujo. Lo cierto es que ganaban ellos, por las ganas que ponían y por el maletín que les entregaban al acabar, y ganamos nosotros por verlos tan metidos en el proyecto y por la labor que realizaba la fundación Theodora. 

Los voluntarios, de mientras, nos dedicamos a pasar por las habitaciones en busca de arrancar alguna sonrisa. Y me percaté que el hospital siempre tiene dos caras, estrechamente unidas: la primera, que encontré en una habitación cerrada a cal y canto, dentro de Enfermedades Infecciosas, pero a través del cristal se veía a un padre con su hija contemplando la puesta de sol, juntos, queriéndose, un día más para la curación. La segunda estaba en Cirugía II, una familia al completo dentro de la habitación, incomprensión, rabia, desolación, tensión... duro y real.

Volvimos al ciberaula, donde habían terminado nuestros amigos. Y la unión de las dos caras se hizo presente en una pequeña y en su madre que allí se quedaron. Una de mis compañeras me dijo que me acercara para ver el maletín y lo que contenía, de entre las cosas que había no podía faltar la nariz roja. Tan solo verla se me iluminó la cara, y ya supe a quien le iba a arrancar una sonrisa ese día. Me la puse y me acerqué a la pequeña que empezó a quitarme una y otra vez la nariz, mientras le ponía caras. Se lo pasó bomba. Y la madre cambió el rostro al ver que su hija estaba disfrutando. Cuando ya acabó todo, se dirigió a mi y me dijo "Gracias". Al final la cara buena del hospital gana a la no tan buena. Es increíble lo feliz que puede hacer a un niño una simple nariz roja de payaso. Y ese payaso me tocó ser a mí. 


jueves, 6 de diciembre de 2012

El árbol de los chupetes: un sueño hecho realidad

El pasado sábado 24, tuvo lugar un gran acontecimiento: fuimos testigos del nacimiento de El Árbol de los Chupetes de Sevilla.

Una idea que surgió en las cabecitas de Carmen y Marga, y que con el poder de reunión que tienen las redes sociales, muchísimas familias y gente maravillosa se volcaron con el proyecto. Cad@ un@ aportó lo que mejor sabía hacer y la unión de tod@s hizo que ese sueño que nos ilusionó desde el principio se convirtiera en una realidad. 

El día comenzó con unas palabras de las geniales fundadoras, algo nerviosas de ver que la que habían liado era menúa. 




Tras la presentación, dieron paso a Pilar, que tenía el encargo de narrar el cuento oficial de nuestro Árbol, acompañada de Macarena que signaba el cuento con el método Cinco deditos, que nos explicó María.




La magia se palpaba en el ambiente... solo había que cerrar los ojos y dejarse llevar por las palabras de Pilar y la historia de Carlota, la mayorniña.





Después, todas las familias fueron a abrazar a nuestro Árbol y a dejar sus preciados chupetes en las ramas. Poco a poco, nuestro Árbol fue llenándose de color, de olores, de ternura y de alguna lagrimilla de algún peque que no quería dejarlo allí, pero que podría ir a verlo todas las veces que quisiera. 






Mientras tanto, las familias que iban dejando sus chupetes se pasaban por el taller de Área cromática, donde pudieron hacer diferentes dibujos del Árbol. Y en nuestro stand estaban algunas de las mamás organizadoras ofreciendo galletas y "merchandising" del Árbol de los Chupetes. 







Fue un día entrañable, inolvidable para mí, no solo por todo lo que vivimos y lo bien que estuvo, sino por las grandes mamás y compañeras que tuve a mi lado: Marga, Carmen, Pilar, María, Solomillito, Ara, Dunia, Vane, Bego, Pilar Martín. Solo puedo decir que sois maravillosas y daros las gracias, gracias, gracias. Solo espero que sigamos tramando cosas y liándola parda como hemos hecho hasta hoy.

Y a todo aquel que no conozca nuestro Árbol, le invito a que se pase si quiere rememorar la etapa más emocionante de su vida: la infancia.

GRACIAS A TOD@S!!!